lunes, 16 de noviembre de 2009

Compañias de internet o la nueva Odisea de Ulises




Hoy voy a tratar un tema bastante personal pero en el que creo que mucha gente se verá reflejado.

Una vez más, estoy planteándome cambiar de compañía para que me den el servicio de telefonía e internet. Digo una vez más porque ya he pasado por varias y siempre con resultados desastrosos. Comencé mi periplo con Telefónica, de los cuales siempre he pensado que tienen unos precios excesivos. Buscando mejores tarífas traté de contratar el ADSL con YA.com, aunque siempre pasando por la línea de Telefónica. Estos, tras un mes y pico de trámites, no puedieron darme el servicio por problemas que, según ellos, les daban los de Telefónica para instalarme el ADSL a través de su cableado. Bastante cableado yo, traté de contratarlo con Jazztel con los que estuve apenas dos meses, ya que tenía contínuos cortes en el ADSL. Finalmente acabé con Orange, quienes me dieron muy buen servicio durante unos 6 u 8 meses, tras los cuales perdí la conexión con Internet. Después de mes y medio de reparaciones y gestiones (que no me cobraron, debo decir) se dieron por vencidos, diciéndome claramente que no sabían por qué pero que eran incapaces de restablecer el servicio en mi casa. Por último tuve que volver con las orejas gachas a Telefónica, quienes nada más entrar me timaron cerca de 100 euros en la primera factura que no fui capaz de recuperar tras miles de llamadas, faxes y demás gestiones.

Ahora por fin, Ono parece que puede darme cobertura, de modo que me libraría definitivamente de los mafiosos de Telefónica, pero la verdad es que después de todas estas experiencias, me da un poco de miedo volver a salir ahí fuera a probar fortuna.

¿Alguien puede echarme un cable con sus experiencias?

Imágen sacada de: Condenadas a vivir sin internet

1 comentario:

  1. Peor estoy yo, sin posibilidad de elegir (todas ofreciendo lo mismo al mismo precio) navegando a una mega y pagando tres (la línea no da para más dicen) y quedándome con Telefonica porque de lo peor, lo menos malo (al menos son lo que dan menos quebraderos de cabeza en cuanto a la cualidad del producto).

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