jueves, 20 de agosto de 2009

TDT de pago: ¿A favor o en contra?


Ayer 13 de agosto, en reunión de urgencia del consejo de ministros, se dio luz verde al proyecto de TDT de pago. Esto ha ocasionado un revuelo bastante importante, ya que muchos de los actuales operadores de TDT no están de acuerdo con su puesta en marcha de manera tan precipitada y se alude a intereses políticos. Pero ciñéndonos al ámbito televisivo, ¿os parece una buena medida? Es cierto que prácticamente en toda Europa la televisión de pago es la norma, pero también es cierto que la oferta es mucho más variada y de calidad.


En mi opinión, Me parece bueno que exista una televisión de pago siempre y cuando se cumplan una serie de condiciones.

-En primer lugar creo que debería haber una campaña gubernamental a través de la cual, todos aquellos que hayan comprado ya un descodificador de TDT que no sea compatible con la nueva TDT de pago pueda cambiarlo por uno compatible de forma gratuita, encargándose el estado del reciclaje de esos aparatos obsoletos.

- Por otra parte me parece básico que haya una regulación por la cual se impida a los operadores que sigan con la tónica que están llevando hasta ahora en la programación de los canales de TDT. Es decir, programar casi exclusivamente repeticiones de programas y series producidas y emitidas hasta la saciedad hace años en las cadenas analógicas,sin hablar de la falta de contenidos originales y de calidad, que harían que realmente mereciera la pena un desembolso por parte del espectador.

Hay que tener en cuenta que estamos en España, y los empresarios que se dedican a esto solo tienen vista a corto plazo, lo que se traduce en buscar la mayor rentabilidad sin preocuparse de la calidad de los contenidos, que a la larga es lo que consigue llamar a más espectadores. Por desgracia, no hay más que echar un vistazo a la programación actual de la TDT para darse cuenta de que éste es el modelo que siguen casi todos los canales. Si la TDT de pago estuviera regulada en este aspecto y los operadores estuvieran obligados a tener un mínimo de contenidos originales, no sólo ganaríamos en calidad de programación, sino que sería una nueva fuente de puestos de trabajo.

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